Después de que un hombre pagó una multa de tráfico, un amigo le dijo: “Supongo que se siente muy bien estar libre de ese peso.” El otro contestó: “No siento nada diferente. Pero este recibo dice que he pagado mi multa; así que, pienso que estoy libre.”
Es lo mismo con la doctrina cristiana del perdón. El apóstol Pablo escribió en Colosenses que el registro de pecados contra nosotros fue clavado a la cruz de Cristo, cancelando nuestra deuda. La cruz es nuestro recibo. Tal vez no nos sintamos nada diferentes, pero la cruz dice que ya se pagó por nuestros pecados y que somos libres.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra el perdón de Dios . . . en su Minuto en la Biblia.