Richard Stearns, presidente de Visión Mundial, dejó la vida de lujo del gerente empresarial para ministrar a los pobres y necesitados del mundo. En un libro elogia abundantemente a su esposa, Reneé, por su compañerismo en su matrimonio y ministerio, y dice: “Ella es un don que Dios me dio, para que yo pueda llegar a ser el hombre que él desea que yo sea.”
Me imagino que, tal como yo, él concordaría con esta observación humorística en cuanto al éxito: “Las mujeres rara vez tienen tanto éxito como los hombres porque no tienen esposas que las aconsejen.”
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra el elogio de Dios para las esposas consagradas . . . en su Minuto en la Biblia.