Jesús dijo: “¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!” Eso suena extraño. ¿Por qué no vamos a querer que todos hablen bien de nosotros? Pero Jesús aclara: “porque así hacían sus padres con los falsos profetas.” Jesús estaba diciendo que los falsos profetas le decían a la gente lo que la gente quería oír, y por eso los querían. Cuando los verdaderos profetas le decían al pueblo las palabras de Dios, por lo general los atacaban en lugar de aprobarlos.

Cuando se trata de aprobación, sólo la aprobación de una persona realmente es necesaria; y es la de Dios.

Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra la aprobación de Dios . . . en su Minuto en la Biblia.