Un artículo que se compraba por un dólar hace cien años, hoy costaría más de veintitrés. Eso significa una inflación del dos mil por ciento en apenas cien años. Y eso empeorará en el futuro, conforme los gobiernos ponen en circulación más moneda para pagar las deudas. Mientras más moneda circula, menos vale.
Cuando Jesús recomendó que hagamos tesoros en el cielo y no en la tierra, citó la polilla, el orín y los ladrones como razones. Pero también podría haber mencionado la inflación. Las inversiones en objetivos eternos son la única manera de asegurar que el dinero jamás pierde su valor.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra los principios de Dios para las inversiones . . . en su Minuto en la Biblia.