Una niña de nueve años le escribió a su pastor para preguntarle: “Querido pastor, ¿cómo distingue Dios a las buenas personas de las malas personas? ¿Se lo dice usted, o lo lee él en los periódicos?”
La respuesta a las preguntas de la niña se halla en las Escrituras. Dice que todos hemos pecado, y que incluso un solo pecado basta para excluirnos de la presencia de Dios. Felizmente, Dios envió a su Hijo al mundo para que quite nuestro pecado al morir la muerte que nosotros nos merecíamos, y nos ofrece a cambio las dádivas de perdón y vida eterna.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra las maravillosas dádivas de Dios . . . en su Minuto en la Biblia.