Preocupado por el estado del mundo, un hombre le contó a un amigo su preocupación. “¿Cómo sabes que las cosas están empeorando?” le preguntó su amigo. “Porque,” dijo el otro, “cada vez que llamo al teléfono de ‘Peticiones de oración,’ recibo la señal de ocupado.”

No hay duda que hay más personas orando en estos días que nunca antes, pero tengo buenas noticias. Es mucho mejor orar directamente a Dios que escuchar a otros orar. Y con Dios, ¡nunca hay señal de ocupado! De hecho, se nos anima a que acudamos con intrepidez a su presencia para orar en cualquier momento.

Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra la disponibilidad de Dios mediante la oración . . . en su Minuto en la Biblia.