Todos conocen el síndrome de “tres pasos para adelante, dos pasos para atrás.” Usted cree que tiene la vida cristiana resuelta, y luego se encuentra envuelto en sus viejos patrones de conducta. Solamente la gracia de Dios es suficiente para mantener sus pasos hacia adelante más numerosos que sus pasos hacia atrás. Génesis 20:1-18