Con demasiada frecuencia, como cristianos, permitimos que otras personas nos definan y nos roben la alegría. No sólo es una vergüenza, es un pecado, porque hemos de dejar que nuestra luz brille ante los hombres. Ya es hora de que los cristianos vivan vidas de las cuales no se arrepienten de su amor a Cristo con un deseo de promover su reino. Este fue el mensaje de Pablo a los Gálatas, y todavía es un llamado de atención para nosotros a seguir hoy. Gálatas 5:13-25
En esta serie aprenderemos cómo desarrollar las ocho características esenciales que Pedro nos da para tener una vida de victoria espiritual en Crist...