Cada deporte establece reglas, y sirven para un propósito bueno y verdadero - establece un marco coherente que permite que el juego funcione. Sin embargo, el objetivo del juego es no vivir por las reglas, el objetivo del juego es jugar. De la misma manera, la ley de Dios es un marco en el que vivimos nuestras vidas. No es el por que vivimos nuestras vidas, sino que nos muestra cómo debemos vivir nuestra vida – y lo mucho que necesitamos a Cristo para poder vivir. Gálatas 3:15-29
En Palabras de aliento para tiempos desalentadores hallará la fuerza que necesita para perseverar en las pruebas de la vida, al estudiar la Palabra d...