Los cristianos comprenden la responsabilidad de crecer en madurez espiritual. Lo que pocos se dan cuenta es que no pueden crecer a solas. Nuestro progreso hacia la madurez se basa en la fidelidad de Dios—y específicamente en la persona del Señor Jesucristo quien es el ancla de nuestras almas. Hebreos 6:9-20
En este volumen 2 de la exposición de Jueces, capítulos 8-16, del doctor David Jeremiah, hallamos esperanza en la misericordia restauradora de Dios....