Gracias por visitar nuestra página Web la cual aún está bajo construcción. ¡Gracias por su paciencia!

The God You May Not Know

TAKE THE JOURNEY FROM KNOWING ABOUT GOD TO KNOWING GOD

Sé que esto puede parecer una afirmación muy audaz, pero es la verdad:

Nada es más crítico para sus necesidades personales en este momento

que conocer a Dios plenamente. ¿Por qué?

Porque nuestras personalidades inevitablemente se ajustan a nuestros dioses. Hemos sido testigos de esto a lo largo de la historia. Cuando adoramos versiones inferiores de Dios (dinero, estatus, seguridad, poder, placer, lo que sea) nos volvemos como nuestros ídolos.

Si su dios es el dinero, se volverá materialista.

Si su dios es el sexo, se volverá cada vez más sensual.

Si su dios es usted mismo, se concentrará más en si mismo.

Pero si su Dios es el Creador todopoderoso de las Escrituras, tiene toda una vida de gozo por delante.

Por eso no es exagerado decir que el estudio de Dios es el estudio supremo de toda una vida. Elevar nuestros pensamientos, estabiliza nuestros nervios, purifica nuestros motivos, expande nuestra confianza y fortalece nuestra influencia. Es el tema más importante que jamás podríamos estudiar, porque Dios es la cúspide de toda la realidad.

Una de las razones por las que no amamos a Dios tanto como deberíamos es porque no lo conocemos tan bien como deberíamos. Tratar de comprender la persona de Dios es como intentar capturar todas las galaxias del universo en el prisma de un niño. Sin embargo, la Biblia nos anima a intentarlo, porque Dios busca ser conocido.

En esta serie de enseñanzas, quiero presentarle personalmente al Dios que tal vez usted no conozca: Su conocimiento, santidad, presencia omnipresencia, poder ilimitado, amor y otras cualidades que lo hacen quien Es. Conocer a nuestro Dios eterno cambia nuestra vida diaria, ¡y vale la pena conocerlo, porque solo Él es digno de toda alabanza!

En Filipenses 3:10, la aspiración más profunda de Pablo era conocer a Dios.

Resumió el propósito de su vida en una frase: “Para conocerle”.

Preguntamos: “¿Por qué, Pablo, ¿no conocía a Cristo? ¿No lo conoció en el camino a Damasco? ¿No estuvo sirviéndole durante años?"

Sí, pero una cosa es conocer a alguien y otra desarrollar un conocimiento íntimo y una amistad duradera con él.

¿Conocer a Dios es su propósito y prioridad determinada?

 

de la página 15 del libro El Dios que usted tal vez no conozca

Mi oración…

Que esta serie le permita conocerlo mejor y darlo a conocer.

La mayor respuesta a la vida es conocerlo, como nuestro Señor Jesucristo oró en la última noche de Su vida terrenal:

"Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero,
y a Jesucristo, a quien has enviado."
Juan 17:3

Si no tenemos cuidado...

Nos convertimos en cristianos capacitados, personas que han aprendido a hacer las cosas que otros esperan exteriormente. Pero mientras mantenemos esas tradiciones exteriores, podemos estar privados de Dios en nuestro interior. Esto incluso les sucedió a los cristianos de Éfeso quienes, a pesar de su destacado carácter cristiano, se desviaron lejos de su primer amor (Apocalipsis 2:4). 

Piense en la última vez que asistió a un servicio en la iglesia.

¿Estaba su mente enfocada hacia arriba, cantando alabanzas a Dios? ¿Estabas “lleno de Su bondad, perdido en Su amor”, como dice el antiguo himno? ¿O estabas distraído por todo lo que sucedía en su alrededor? La adoración no es realmente la música. No es la melodía. No es el ritmo. No son las letras. La adoración no se trata de si levantamos las manos o no, si aplaudimos o no. 

Adorar es alabar al Dios que conocemos personalmente.

Aquí está la clave: sólo podemos adorar a alguien a quien amamos y sólo podemos amar a alguien que conocemos.

Cuando lo conozcamos, llegaremos a amarlo. Y cuando lo amamos, la adoración será una explosión desde el interior de nuestras almas que no podremos contener. Por eso conocer a Dios es nuestra mayor prioridad.

More from Turning Point Radio

/