Algunas cosas nunca cambian. Hoy en día las personas consideran a los ricos y hacen de menos a los pobres, de la misma manera que lo hicieron en tiempos bíblicos. Pero sabemos que Dios no tiene en cuenta el estado y la apariencia de un hombre en su juicio. Dios ve el corazón y nos juzga en base a lo que somos, no a lo que tenemos. Santiago 2:1-13
En este volumen 2 de la exposición de Jueces, capítulos 8-16, del doctor David Jeremiah, hallamos esperanza en la misericordia restauradora de Dios....
En las páginas que siguen le presento el reto de explorar por cuenta propia lo que significa tener en forma impresa las inescrutables riquezas de la ...
Usted y su familia se ven bombardeados todos los días con programas para expandir su conciencia, con técnicas para el mejoramiento personal y con in...