Algunas cosas nunca cambian. Hoy en día las personas consideran a los ricos y hacen de menos a los pobres, de la misma manera que lo hicieron en tiempos bíblicos. Pero sabemos que Dios no tiene en cuenta el estado y la apariencia de un hombre en su juicio. Dios ve el corazón y nos juzga en base a lo que somos, no a lo que tenemos. Santiago 2:1-13
En esta serie aprenderemos cómo desarrollar las ocho características esenciales que Pedro nos da para tener una vida de victoria espiritual en Crist...