Es fácil decir que haremos todo lo que Dios nos pida que hagamos, pero es mucho, mucho más difícil ponerlo por obra. Solo imagine si usted fuera Abraham y Dios le mandara a sacrificar a su único hijo. Esta sería la mayor prueba de fe y obediencia, y aun así, Abraham pasó esa misma prueba. No nos sorprende que Abraham es conocido como el amigo de Dios.
En esta serie aprenderemos cómo desarrollar las ocho características esenciales que Pedro nos da para tener una vida de victoria espiritual en Crist...