Los hombres se convertían en sacerdotes en el Antiguo Testamento al ser nacidos dentro de la tribu de Leví. Ellos servían de la edad de 25 hasta los 50 años, ofreciendo sacrificios continuamente para los pecados del pueblo. Su trabajo nunca acababa. Cristo vino como el Sacerdote eterno quien ofreció el sacrificio final para el pecado. Hebreos 7:1-28
Por medio de tropezones, Abraham aprendió lo que significa creer en vez de dudar, el tener fe en vez de temor, y el tener éxito en lugar de fracaso....