¿Recuerda usted cuando pusieron en los tacones de los zapatos diminutas luces que parpadean al caminar? Era emocionante ver con cada paso el encender de luces. Cuando los alguaciles perseguían a un sospechoso en un bosque una noche, todo lo que tuvieron que hacer fue seguir el parpadeo de las luces.
Tal vez nos llevemos zapatos con luces que parpadean, pero sí dejamos un rastro dondequiera que vayamos; y Dios ve todos nuestros pasos. En lugar de tratar de escondernos de Dios, él quiere que salgamos a campo abierto y andemos con él. Él quiere ser la luz en nuestro camino.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva . . . descubra los beneficios de la presencia de Dios . . . en Su Minuto de la Biblia.