Dos médicos misioneros estadounidenses milagrosamente se curaron en un hospital de Atlanta, después de contagiarse con el mortal virus del Ébola en África occidental. Algunos han cuestionado si deberían haber estado en ese medio ambiente tan peligroso. Pero su servicio desprendido no es nuevo; porque por dos mil años los cristianos han corrido riesgos a fin de proclamarles a otros el amor de Cristo.
Estos siervos de Cristo simplemente demuestran lo que Jesús dijo, que no hay mayor demostración de amor que poner la vida de uno por otros. Eso es lo que Cristo hizo por nosotros, y lo que nosotros también debemos hacer.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra el amor de Dios . . . en su Minuto en la Biblia.