La palabra griega del Nuevo Testamento que se traduce “tentación” también se traduce “prueba,” y una y otra producen estrés, ansiedad y temor. Cuando Dios permite que sintamos eso, se debe a que está permitiendo que seamos probados. Sus intenciones son buenas, deseando que nuestra fe sea fortalecida.

Pero cuando Satanás produce situaciones de estrés, está tentándonos al apelar a nuestras peores tendencias. Su objetivo no es bueno; puesto que espera que nuestra fe falle a fin de que se interrumpa nuestra armonía con Dios. Discernir la diferencia entre pruebas y tentaciones puede ayudarnos a responder correctamente.

Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra la manera de Dios de lidiar con las pruebas y tentaciones . . . en su Minuto en la Biblia.