Tomás Carlyle, filósofo escocés del siglo diecinueve, se crió en un hogar cristiano, pero luego abandonó su fe. Hay evidencia de su crianza bíblica en lo que escribió, como por ejemplo: “El asombro es la base de la adoración.”
El salmista David también parece haber entendido el papel del asombro en la adoración. Al escribir el Salmo ocho, de adoración, dice: “Cuando veo tus cielos, . . .” Todo lo que tenemos que hacer es considerar lo que Dios ha creado, y de inmediatamente tenemos razón para adorarle. La próxima vez que se asombre por algo que Dios ha hecho, asegúrese de agradecerle.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra las maravillas de Dios . . . en Su Minuto en la Biblia.