Los niños que empiezan a aprender a tocar el violín a veces piensan que una cuerda se reventará cuando se la afine. ¡Pero no se revienta! La cuerda está hecha para resistir la cantidad apropiada de tensión. Aprenden que la cuerda suena bien sólo cuando tiene la tensión apropiada que se supone que debe tener.
A veces pensamos como esos niños; pensamos que la tensión que estamos sintiendo va a hacer que nos “reventemos” si la presión empeora. En realidad, Dios puede estar mostrando nuestro verdadero potencial en Cristo; para vivir victoriosamente a un nivel más alto del que jamás pensamos posible.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra su potencial desde la perspectiva de Dios . . . en su Minuto en la Biblia.