Samuel Johnson, conocido escritor británico, una vez observó que “casi todo hombre desperdicia parte de su vida intentando mostrar cualidades que no posee, para ganar aplauso que no puede guardar.”

El apóstol Pablo tenía el remedio para esa clase de pensamiento. Dijo que no debemos tener de nosotros mismos más alto concepto que el que debemos tener. Más bien, escribió en Romanos, capítulo 12, debemos pensar de nosotros mismos en términos de la gracia y dones que Dios nos ha dado. Cuando aprendamos a conocernos y a valorarnos como Dios nos conoce, habremos logrado verdadero conocimiento de nosotros mismos.

Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra la persona que Dios quiso que sea . . . en Su Minuto de la Biblia.