Leí algo sobre la frase: “Póngase de pie y sea contado.” En los primeros años de los Estados Unidos de América, pueblos y ciudades se gobernaban democráticamente. Los pobladores se reunían para debatir acciones propuestas y había una votación. El moderador pedía a los que estaban a favor: “Pónganse de pie y sean contados.” Y luego lo mismo a los que se oponían.
Exige más valentía ponerse de pie y ser contado que votar en secreto. Ser seguidor de Cristo requiere un grado similar de valentía, puesto que nuestra vida cristiana se la vive en público; por lo menos se supone que debe serlo.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra la valentía de Dios para ser contado . . . en su Minuto en la Biblia.