No son sólo los adolescentes los que se ven sujetos a la presión de compañeros. La presión de la desaprobación de otros hace que muchos adultos comprometan y cambien sus valores y prioridades. Cuando eso sucede, aprendemos que la aprobación de los hombres no es sustituto para la aprobación de Dios. Soló la fe puede vencer el miedo.
Pasajes Bíblicos Selectos