A través de la historia, el hombre ha buscado a Dios por uno de dos caminos. El primer camino es el de esfuerzo humano caracterizado por orgullo (religión). El otro camino es el de la fe obediente que responde a la revelación de Dios y de lo que a Él le complace (relación). Caín tomó el primer camino, Abel tomó el segundo. Hebreos 11:4