Dicen que el propósito real de la educación no es impartir información sino despertar en el alumno el gozo del aprendizaje a fin de que empiece a aprender por cuenta propia y toda la vida. Lo mismo es cierto en cuanto a aprender acerca de Dios. Nadie puede enseñar a otro acerca de Dios tanto como ese otro aprenderá buscando a Dios por cuenta propia.

Si halla que le falta anhelo de conocer a Dios, pídale a Dios que siembre en su corazón la semilla del gozo de conocerle. Debido a que Dios es infinito e inagotable, jamás hallará razón para dejar de aprender en cuanto a él.

Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra a Dios . . . en Su Minuto de la Biblia.