Salomón, además de ser escritor, estudió la naturaleza y derivó lecciones de ella. Una de esas lecciones está en Proverbios, capítulo seis, en donde reprende a los perezosos. Dijo que las personas deberían ser como las hormigas, que siempre están trabajando intensamente. Las hormigas almacenen comida cuando está disponible, a fin de poder comer cuando escasea.
Nunca he visto hormigas holgazaneando en un hormiguero en mi patio, simplemente matando el tiempo. Parece que siempre tienen un propósito y una misión. En otras palabras, no son perezosas ni tampoco postergan nada. Salomón dice que ahí está una lección para nosotros.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra el propósito de Dios para su vida . . . en su Minuto en la Biblia.