El joven que tiene una relación personal difícil con un padre u otro adulto, tal vez decida no llegar a ser como esa persona. Pero esa es la manera más rápida para llegar a ser la persona que no quiere ser. Siempre llegamos a ser como la persona en quien nos fijamos; especialmente si nuestro enfoque es emocional y apasionado.
Más bien, jóvenes y adultos debemos fijarnos en la persona como quien quisiéramos ser, en lugar de en la persona como quien no quisiéramos ser. Poner los ojos en Jesucristo resulta en que somos conformados a su imagen.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra la manera de Dios para poner sus ojos en Jesús . . . en su Minuto en la Biblia.