Bill Bradley, que fuera senador de los Estados Unidos, alcanzó fama siendo elegido al Salón de la Fama del baloncesto, en el mundo académico como erudito Rhodes, y en la política como senador. Así que, cuando él dice: “Llegar a ser el número uno es más fácil que seguir siéndolo,” probablemente deberíamos prestar atención a sus palabras.
No es fácil terminar bien la vida. Exige abundante diligencia, perseverancia, fe y sacrificio. Nuestra meta debería ser lo que dijo el apóstol Pablo al final de su vida: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.”
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra las maneras de Dios para terminar bien . . . en Su Minuto de la Biblia.