Un misionero caminaba por un festival religioso en Brasil, yendo de quiosco en quiosco para examinar la mercancía local. Por encima de un quiosco había un letrero que decía: “Cruces baratas.” Y pensó para sus adentros: “Demasiados cristianos se han olvidado cuan costosa fue en realidad la cruz de Cristo.”
El costo de la cruz lo puso en perspectiva por el compositor Isaac Watts cuando escribió: “Amor tan asombroso, tan divino, demanda mi alma, mi vida, mi todo.” Cristo dio su alma, su vida, su todo, al venir a la tierra y morir en la cruz. Y nuestra respuesta no exige nada menos.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra el costo de la cruz para Dios . . . en su Minuto en la Biblia.