En los Estados Unidos, las compañías de bienes raíces hablan de vender “hogares” en lugar de “casas”; y hay razón para ello. En realidad, lo que venden son casas vacías y el SUEÑO de un hogar cálido, acogedor, en ellas. Una casa se vuelve hogar solamente cuando se llena de personas.
Cuando una familia joven se mudó a otra ciudad, vivían en un hotel mientras buscaban casa para comprar. Una amiguita de la hija le dijo: “Lástima que no tengan un hogar.” La niña sabiamente respondió: “Ah, tenemos un hogar. Solo estamos buscando una casa donde ponerlo.”
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra las maneras de Dios de convertir una casa en un hogar . . . en su Minuto en la Biblia.