Guillermo Carey, famoso misionero británico que dedicó su vida y sus conocimientos al pueblo de India, sufrió muchos reveses en su obra. En algún momento, tal vez sintiendo soledad o lobreguez, dijo: “Todos mis amigos se han ido, excepto Uno; pero él es todo suficiente.” Ese amigo era, por supuesto, Jesucristo.
En el Evangelio de Juan, capítulo quince, Jesús les dice a sus discípulos que hay un cambio en su relación. Dijo que ya no pensaba de ellos como siervos, sino como amigos. En las horas más oscuras, los discípulos hallaron, como Guillermo Carey, que Cristo era suficiente para sus necesidades.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra la suficiencia de Dios en Cristo . . . en su Minuto en la Biblia.