Si usted no es una persona de la tercera edad, probablemente conoce a alguien que lo está. Una realidad de la vejez es que las cosas se mueven más lento; tanto física como mentalmente. Y eso requiere una nueva dedicación al amor paciente para nuestros ancianos.
Se necesita paciencia para los que principian la vida y para los que se acercan a su fin. Y paciencia es parte del amor de Dios. ¡Simplemente piense en lo paciente que Dios es con nosotros! Necesitamos tener el amor paciente de Dios para los que tal vez se muevan un poco más lento a su edad.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra el amor paciente de Dios . . . en su Minuto en la Biblia.