Cuando yo era adolescente era popular llevar un diario. Algunos tenían cerradura con llave, para salvaguardar los secretos. Me gusta lo que el escritor irlandés Oscar Wilde dijo de los diarios. Dijo que la memoria es el diario que todos llevamos dentro. La memoria de toda persona está llena de secretos, algunos de los cuales quisiéramos olvidar.
Tal vez pecamos contra Dios o le hicimos daño a otra persona, o hicimos algo que nosotros mismos no podemos perdonarnos. ¿Por qué no intercambiar esos recuerdos dolorosos por recuerdos de reconciliación y perdón? Dios y otros lo perdonarán, y usted puede perdonarse a sí mismo.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra la senda de Dios a recuerdos de paz . . . en su Minuto en la Biblia.