Uno de mis profesores en el seminario contaba que una vez en un avión iba un cirujano jubilado. El médico le dijo: “He ejercido medicina por cincuenta y ocho años, y nunca he sabido que alguien se haya muerto de risa.” Una compañía de comedias en efecto compró una póliza de seguros por cien mil dólares, que pagaría si alguien se moría de risa en sus funciones.

No es probable que alguien se muera de algo que Dios dice que es bueno para nosotros. Salomón escribió que un corazón alegre es como medicina para el alma, ¡así que, disfrute de una buena risa hoy!

Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra las razones de Dios para estar alegre . . . en su Minuto en la Biblia.