Hace años se levantó mucha critica por una asignación de dos millones de dólares para construir un puente que conectaría dos islas pequeñas en Alaska. Los críticos decían que el proyecto era “Un puente a ninguna parte.” Pero antes de criticar las asignaciones de gastos para carreteras, debemos preguntarnos cuántos puentes a ninguna parte hemos construido en nuestras propias vidas.

A veces invertimos cantidades de tiempo, talento y tesoro en actividades sin considerar su valor temporal o eterno. La Biblia dice que todo lo que tenemos nos ha sido dado por Dios; y debemos usarlo o invertirlo teniendo en mente los propósitos de Dios.

Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra los propósitos de Dios . . . en su Minuto en la Biblia.