Las autoridades respectivas decidieron construir una represa en un valle en el estado de Maine para generar electricidad. La presa formaría un lago que inundaría un pueblo en ese valle. Tan pronto como se anunció la decisión, los residentes dejaron de cuidar su propiedad y poco a poco el pueblo fue deteriorándose. No veían la necesidad de dar mantenimiento a algo que no tenía futuro.

Sin esperanza para el futuro es difícil vivir productivamente en el presente. Felizmente, la Biblia le ofrece al creyente una visión para el futuro, que provee esperanza durante los tiempos difíciles del presente.

Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra el plan de Dios para el futuro . . . en su Minuto en la Biblia.